Revista de la Academia de Derecho Fiscal del Estado de Baja California
2. Adecuación o idoneidad: consiste en que la medida que interviene con los
derechos fundamentales sea adecuada, útil para lograr el fin que se persigue.
3. Necesidad: se satisface esta exigencia o requisito cuando de entre todos los
medios idóneos, para la consecución de un fin legítimo, se elige el menos
gravoso o restrictivo para el derecho afectado.
4. Proporcionalidad en sentido estricto: éste es el núcleo de la ponderación,31
exige que haya un cierto equilibrio entre las ventajas que se obtienen con la
medida restrictiva de un derecho y el grado de afectación que se inflige a
éste.32
En palabras de Alexy la ley de la ponderación establece lo siguiente: “Cuanto
mayor es el grado de la no satisfacción o de afectación de uno de los principios, tanto
mayor debe ser la importancia de la satisfacción del otro”. Según el mismo autor, ésta
se puede dividir en tres pasos:
En el primer paso es preciso definir el grado de la no satisfacción o de afectación
de uno de los principios. Luego, en un segundo paso, se define la importancia de
la satisfacción del principio que juega en sentido contrario. Finalmente, en un
31 De ahí que el juicio de ponderación se conozca también como examen de proporcionalidad.
32 Véase Bernal Pulido, Carlos, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, España, Centro de
Sanchís Luis, “El juicio de ponderación constitucional”, en Carbonell, Miguel (coord.), Argumentación jurídica. El
juicio de ponderación y el principio de proporcionalidad, México, Porrúa, 2011, p. 86.
Estudios Políticos y Constitucionales, 2007, pp. 41 y 42, quien señala que: “el principio de proporcionalidad
aparece como un conjunto articulado de tres subprincipios: idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido
estricto. Cada uno de estos subprincipios expresa una exigencia que toda intervención en los derechos
fundamentales debe cumplir. Tales exigencias pueden ser enunciadas de la siguiente manera:
1. Según el subprincipio de idoneidad, toda intervención en los derechos fundamentales debe ser adecuada para
contribuir a la obtención de un fin constitucionalmente legítimo.
2. De acuerdo con el subprincipio de necesidad, toda medida de intervención en los derechos fundamentales
debe ser la más benigna con el derecho intervenido, entre todas aquellas que revisten por lo menos la misma
idoneidad para contribuir a alcanzar el objetivo propuesto. Para Alexy, “este subprincipio exige que de dos
medios igualmente idóneos sea escogido el más benigno con el derecho fundamental afectado… es una
expresión de la idea óptimo de Pareto”. Alexy, Robert, Epílogo a la teoría…, cit., pp. 41 y 43.
3. En fin, conforme al principio de proporcionalidad en sentido estricto, la importancia de los objetivos
perseguidos por toda intervención en los derechos fundamentales debe guardar una adecuada relación con el
significado del derecho intervenido. En otros tér minos, las ventajas que se obtienen mediante la intervención en
el derecho fundamental deben compensar los sacrificios que esta implica para sus titulares y para la sociedad en
general”.
197